Se trata de uno de los yacimientos más importantes de la Protohistoria en España, sus más de 200 tumbas excavadas y la presencia de marfiles y nácares son testimonio de la que probablemente sea la ciudad más antigua de Extremadura.
Este yacimiento lleva años sufriendo desprotección porque sólo está cubierto por chapas metálicas que pueden ralentizar su destrucción pero que, obviamente, no protegen con garantías, puesto que las estructuras descubiertas son de adobe.